DIEZ POSIBLES FINALES
Ayer,,
un estadounidense había vaticinado el final del mundo. Pero como
todavía estamos aquí hemos acudido a la ciencia para averiguar
cuál puede ser el riesgo más probable que desemboque en el Día
del Juicio Final y cuándo se producirá
El
fin de la existencia es algo consustancial a la naturaleza, en la
que todo lo que existe tiene un inicio y un final. Bien lo saben las
decenas de «findelmundistas» que, a lo largo de la historia, han
aprovechado este saber popular para ponerle fecha (el
último estaba programado para ayer mismo)
a este supuesto apocalipsis. Pero solo la ciencia puede dar una
estimación más o menos fiable. Repasamos todas las opciones,
teniendo en cuenta de que ninguna es segura y que todas se basan en
suposiciones con mayor o menor porcentaje de probabilidad.
Finales que implican la destrucción de la Tierra
1.
Extinción del universo (dentro
de 3.700 millones de años). Un grupo de científicos de la
Universidad de California desafía las teorías mayoritariamente
aceptadas del universo en expansión y propone que debe haber un
término. Los investigadores creen que existe un 50% de
posibilidades de que esto ocurra en la fecha antes señalada, según
el adelanto de su estudio, publicado recientemente.
2.
El Sol se vuelve una estrella gigante roja (en 5.000-6.000
millones de años). La evolución natural de nuestra estrella es que
se desprenda de su capa exterior formando una nebulosa, que arrasará
con Mercurio, Venus y, muy probablemente, con la Tierra, en un
proceso que puede durar unos 600 millones de años. Será entonces
una estrella gigante roja. Después, su núcleo se comprimirá hasta
volverse una estrella enana blanca y se irá enfriando. Aunque para
ese momento ya no existirá nuestro planeta.
3.
Un cometa/meteorito se estrella contra el planeta (fecha
indeterminada). Numerosos objetos se acercan cada día a la Tierra.
Pero la mayoría no llegan a colisionar por ser tan pequeños que se
evaporan al contacto con la atmósfera. Sin embargo, parte de la
comunidad científica ve como posibilidad que varias de las cinco
extinciones masivas del planeta se produjeran por culpa del impacto
de un gran meteorito, tanto la de los dinosaurios (hace 65 millones
de años) como la del Pérmico, menos popular, pero que acabó con
el 90% de las especies hace 250 millones de años.
El
impacto de un cometa sería mucho más virulento, aunque también
mucho menos probable. El último en acercarse por la Tierra ha sido
Elenin, descubierto en diciembre de 2010 y que pasó «cerca» (a 35
millones de kilómetros) el
pasado domingo.
Hasta ahora no se ha predicho ninguna fecha de choque de cualquier
tipo de objeto estelar, pero la NASA dispone de una
lista de posibles impactos de bólidos del espacio y sus riesgos en
constante actualización para los más inquietos.
Finales con desaparición de la vida en la Tierra
4.
Cambio climático (los
glaciares pueden desaparecer en el 2350, según la ONU). Algunos
estudios alertan de que un cambio climático brusco -provocado por
el hombre o por la naturaleza- puede romper el delicado equilibrio
de la Tierra y elevar las concentraciones de gases tóxicos en la
atmósfera, hasta hacerla irrespirable para el ser humano. Incluso
algunos autores como James E. Hansen (ver
PDF)
van más allá y aventuran un futuro «efecto invernadero» de
dimensiones gigantescas que convierta a nuestro planeta en un lugar
inerte como Venus.
5.
Ataque alienígena (fecha indeterminada). El encuentro con
seres de otros planetas es una posibilidad popularizada por
divulgadores como Carl Sagan o Stephen Hawkings, aunque con una
probabilidad más bien remota. Más difícil aún es que estos
resulten hostiles y que, debido a su superioridad tecnológica,
logren aniquilar la vida en la Tierra. Sin embargo, es uno de los
finales del mundo más populares en la literatura y el cine.
6.
Supervolcán (uno
cada 100.000 años). Hace 73.000 años, una
gigantesca erupción en la isla de Toba (Sumatra) creó
una descomunal nube de cenizas que provocó deforestaciones a miles
de kilómetros de su origen y vino acompañada de una edad de hielo
«instantánea» que bloqueó los rayos solares y bajó las
temperaturas una media de 16ºC en todo el planeta.
«Aparte
del impacto de un meteorito, estas supererupciones son el peor de
los riesgos ambientales a los que nuestro planeta puede
enfrentarse», indica Patricia Gregg, autora
de un reciente estudio en
el que analiza qué provoca la formación de estos supervolcanes.
7.
Ataque robótico (fecha indeterminada). El desarrollo de
robots con capacidad para pensar por sí mismos, con más
inteligencia que los humanos y posibilidad de autoreplicarse puede
ser para muchos autores el inicio de una posible revolución contra
sus creadores. Incluso existe un grupo (la Asociación para el
Avance de la Inteligencia Artificial) intenta establecer debates
sobre los límites a esta autonomía robótica.
El
peligro también puede venir de los robots más pequeños, los
usados en la nanotecnología, que pueden ser muy beneficiosos pero
que, descontrolados o con capacidad de mutar en elementos dañinos
para la salud, pueden causar graves daños. En la actualidad, existe
un Centro
para la Responsabilidad de la Nanotecnología que
se preocupa por el control de estos avances tecnológicos y la
legislación al respecto se encuentra en constante cambio.
Finales que implican solo la desaparición de la Humanidad
8.
Autodestrucción bélica (estamos
a 6 «minutos» del final, según
el Reloj del Apocalipsis).
Durante la guerra fría se daba por hecho que un conflicto mundial
nuclear podría sin duda acabar con la Humanidad, según la doctrina
MAD (Mutua Destrucción Asegurada). Hoy, numerosas potencias
mundiales disponen de armas nucleares suficientes para destruir
completamente la civilización o, al menos, provocar un invierno
nuclear en el que sería difícil sobrevivir.
Aunque
actualmente existen programas de desarme en todo el mundo, numerosas
naciones intentan conseguir armas nucleares para asegurar la defensa
de sus regímenes. La Universidad de Chicago mantiene activo desde
1947 el llamado Reloj del Apocalipsis, en el que la medianoche marca
el final del mundo. Empezó en las 23.53, bajó hasta las 23.43 en
1991 y actualmente se encuentra parado en las 23.54.
9.
Pandemia mundial (sin fecha conocida). La Humanidad ha
vivido plagas que diezmaron de un modo considerable su población en
los siglos VI y XIV. La aparición de una cepa especialmente
virulenta de una enfermedad común o la mutación que aumente el
contagio de un virus o bacteria puede provocar importantes daños e
incluso la extinción.
Durante
años también se ha contemplado la posible llegada de un agente
patógeno del espacio, Incluso EE.UU. aprobó
una ley para
establecer un protocolo de actuación ante esta posibilidad. Pero,
en la actualidad, la legislación ha sido derogada y no se presta
atención a este riesgo.
10.
Megatsunami (sin
fecha conocida). Puede ser causado por el impacto de un bólido
espacial o por movimientos tectónicos y llevar una ola de miles de
metros de altura a todo el mundo, como ya sucedió a pequeña escala
hace 8.000 años, cuando el volcán Etna causó
un tsunami que
se llevó por delante toda la civilización existente en las costas
del Mediterráneo.
Pese
que el megatsunami alcanzara gran altura, es muy probable que no
consiguiera acabar con la civilización, puesto que sus efectos
dependerían de su expansión por los océanos de todo el mundo.
Algunos expertos (Pararas-Carayannis, G.) sitúan uno de los
posibles puntos generadores de un fenómeno de este tipo en la isla
canaria de La Palma, con una ola inicial de un kilómetro de altura,
que bajaría hasta los 50 metros a su llegada a las costas de EE.UU.