martes, 28 de enero de 2014

La monumental resaca del alcalde de Toronto

La ciudad celebró su populismo libertario dentro de la átona política canadiense

Exhibe sus descontroladas borracheras, ha sido acusado de abusos. Pero puede que Rob Ford haya ido demasiado lejos

Tras admitir que fumó ‘crack’ en su mandato, el Consistorio votó su cese. El pueblo le apoya y solo una condena podría acabar con él


El alcalde de Toronto, Rob Ford, contestando a los medios a finales de octubre. / MARK BLICH (CORDON)
Desde que llegó a la alcaldía de Toronto, en 2010, Rob Ford supo fascinar a la prensa canadiense, que aceptó encantada la posibilidad de convertirse en cronista de su populismo libertario, de su carácter impulsivo pero franco —tan alejado de lo políticamente correcto— y de algunos de sus tropiezos con la justicia por culpa del alcohol. El regidor era un novedoso contrapunto a la atonía política de Canadá. En los últimos meses, sin embargo, los excesos confesos del regidor —consumo de crack y compra de drogas ilegales durante su mandato— han trascendido la atención de los medios nacionales, polarizando un debate sobre la pertinencia de que siga, como él pretende, al frente del Ayuntamiento.
En sus tres años como alcalde, Ford ha sido expulsado de un partido del equipo local de hockey por estar borracho y comportarse de manera agresiva; ha sido acusado por una concejal de haberle metido mano durante un evento público; se le ha grabado orinando en la calle tras descargar varios envases de vodka vacíos del maletero de su coche y ha reconocido que se paseó completamente ebrio con una botella de coñá en la mano frente al consistorio el día de San Patricio de 2012, después de proferir epítetos racistas al taxista que le había conducido hasta allí. El 5 de noviembre, tras meses de insistentes negativas, el alcalde admitió que había fumado crack “aproximadamente hace un año y probablemente en uno de esos momentos en los que estaba muy, muy borracho”. Una semana después, en el debate municipal en el que se abordaba el cese de su cargo, Ford aceptó haber comprado drogas durante su mandato.
Su confesión se produjo días después de que la policía de Toronto recuperase un vídeo que corroboraba la información que en mayo ofrecieron varios medios canadienses acerca de una grabación en la que se le veía fumando de una pipa de crack junto a dos narcotraficantes. Lejos de zanjar las especulaciones sobre su comportamiento errático, la confesión de Ford ha servido para airear más novedades sobre su vida privada y poner en evidencia su descontrolada conducta. Como un vídeo en el que habla de manera incoherente, gesticulando agresivamente y profiriendo frases violentas del tipo: “Necesito 10 putos minutos para asegurarme de que él está muerto”, o parte del sumario de la investigación policial contra uno de sus amigos y chófer ocasional en el que se revela que el alcalde contrató a una prostituta y esnifó cocaína con ella.
“Nuestra familia ha vivido de todo, desde asesinatos hasta drogas, pasando por el éxito empresarial. Nadie va a contarme nada que pueda sorprenderme”, aseguró el regidor hace unos años a The Toronto Star.Ford, de 44 años, es el pequeño de los cuatro hijos de Doug y Diane Ford. El patriarca de la familia (falleció en 2006), que erigió desde la más absoluta pobreza el imperio empresarial DECO, basado en el etiquetado de productos, es el ídolo político del alcalde de Toronto. La noche en que su padre ganó su escaño en el Parlamento provincial de Ontario, en 1995, marcó el nacimiento de sus aspiraciones políticas. Hasta entonces, el joven Ford había deambulado por institutos y campus de entrenamiento de equipos de fútbol americano de la NFL en EE UU, para hacer realidad su sueño de convertirse en jugador profesional. Lo intentó en la Universidad de Carleton, en Otawa, pero abandonó los estudios para ayudar a su hermana, Kathy, a superar su adicción a la heroína.

Se le ha grabado orinando en la calle tras descargar botellas de vodka vacías del maletero

Un regidor cercano

La popularidad de Ford se cimienta en lo que la prensa de Toronto llama la Ford Nation, nombre del programa que conduce con su hermano en una radio local. Es un concepto que se identifica con la clase media-baja, que le ve como uno más. Alguien sin chófer —tiene varias sanciones por conducir ebrio—, que insiste en responder a las llamadas de los ciudadanos y entrena a un equipo de fútbol americano infantil, una actividad por la que a veces ha dejado de asistir a reuniones municipales.
Aunque la historia de la familia Ford es conocida, apenas ha trascendido nada de la suya particular. En 2000 se casó con su novia de toda la vida, Renata, con la que tiene dos hijos. Desde que ganó las elecciones apenas se la ha visto en público y las noticias que se tienen de ella son por llamadas al 911, una en marzo de 2008 por una denuncia de violencia doméstica que después retiró y otra el día de Navidad del año pasado, cuando la suegra de Ford alertó a la policía de que su yerno, completamente borracho, quería llevarse a sus hijos a Florida sin el consentimiento de la madre.
Con este bagaje familiar, pocos aspirarían a lanzarse a la vida pública, pero la normalidad no se encuentra entre los principios de Ford. Y lo cierto es que consiguió alzarse con la alcaldía con la mayor ventaja jamás lograda en unos comicios municipales. Su pujanza era tal que el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, lo sondeó personalmente para que ayudara al Partido Conservador —el político se presentó como independiente— a asegurar la victoria en las elecciones provinciales.
El regidor basó su victoria en un mensaje populista que movilizó a los votantes de los barrios marginales y a las minorías de inmigrantes —pese a sus declaraciones racistas—, muy alejados de la clase liberal y cosmopolita que había dirigido la ciudad hasta entonces. Se alzó con el triunfo prometiendo una reducción de impuestos y un recorte de los gastos superfluos.
Ese apoyo popular, que creció cinco puntos tras confesar que había consumido crack, es el que está siendo incapaz de retener en el seno del Ayuntamiento. Sus miembros votaron por abrumadora mayoría a favor de que abandonara su cargo o entrara en un programa de rehabilitación. La decisión es simbólica, ya que en Canadá los alcaldes solo pueden ser destituidos si son condenados por un delito. Ford se obstina en asegurar que está recibiendo ayuda médica y que sus problemas son personales, pero sus excesos parecen no decir lo mismo.

lunes, 20 de enero de 2014

PROJECT BUSH

Guerra a las ingles brasileñas: la cruzada a favor del vello púbico

Cameron Díaz publica un libro con consejos de belleza y anima a dejarse esa zona íntima cual selva amazónica. Y no es la única.

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La actriz reconvertida a escritora de 'wellness', en pie de guerra con la depilación púbica.
Foto: Cordon Press
“Chicas, mantenedlo completamente vestido”. Así de sincera se muestra Cameron Díaz en la defensa al ultranza del pelo más íntimo en su biblia de cuidados femeninos Body Book. Y no, no se trata de una frase perdida en medio de un océano de frases bienintencionadas. Hay todo un capítulo dedicado al asunto titulado In Praise of pubes(exaltación de los pubis) donde la rubia actriz arremete sin pelos en la lengua sobre la depilación brasileña, tan exaltada por la pornografía, y que despoja a las mujeres de algo que la naturaleza gentilmente dona. Incluso se pone poética al tildarlo de “adorable cortina de vello púbico que rodea esa gloriosa y delicada flor tuya”.

Tratándose de una de las estrellas más queridas del firmamento de Hollywood, la prensa rápidamente se ha hecho eco de este libro donde Diaz explica sus problemas con el acné o cómo mantiene a raya los kilos de más sin renunciar a zamparse un burrito de cuando en cuando. Pero es el tema de la cosa púbica el que más vidilla está dando. Medios como el Standard, no sin guasa, lo han titulado Bush administration, un jocoso juego de palabras porque bush en inglés significa “arbusto o matojo” y, metafóricamente hablando, también se refiere a la riqueza capilar de entrepierna. Y Bush, no hace falta señalar, que es el apellido de los célebres expresidentes norteamericanos. De ahí la gracia.

La actriz devenida en literata no tiene pelos en la lengua al referirse a quienes optan por aniquilar de por vida esas vellosidades ocultas. “Me parecen una mierda aquellos días en los que las jóvenes se depilaban todos sus atributos femeninos. Personalmente, la idea de la depilación permanente con láser me parece una majadería”. Acto seguido, se viene arriba y defiende los beneficios de ser natural y no arrebatarle a la naturaleza aquello que ha puesto entre pierna y pierna. Porque, visto que adentrarse en vericuetos escatológicos no le perturba lo más mínimo, la protagonista deEl Consejero no duda en señalar las bondades del felpudo púbico para camuflar el paso del tiempo. “Seamos honestos: como cualquier otra parte del cuerpo, tu labio mayor no es inmune a la gravedad. ¿Realmente quieres una vagina sin pelo para el resto de tu vida?. Fin de la cita. El discurso termina con una traca final donde afirma que el vello púbico, ese revestimiento peludo “misterioso y seductor, es sexy”.
 
Caitlin Moran
Caitlin Moran lo tiene claro: cuanto más pelo, más alegría.
Foto: Corbis
El caso es que este peregrino discurso hace bueno aquello de “donde dije digo, digo Diego”. O, lo que es lo mismo, que sus reflexiones actuales acerca del asunto velloso más íntimo entran en conflicto con las declaraciones que la rubia actriz hacía hace un par de años en una entrevista con Graham Norton. Entonces arremetía contra la obsesión por tener un “arbusto estilo años 70” que defendía amiguísima del alma, Gwyneth Paltrow. Como una de sus virtudes no es precisamente la discreción (y que siga así por mucho tiempo), incluso se atrevía a describir que “cuando ella se baña, aquello literalmente se cimbrea como algas en el mar. Te lo juro. Claro, todas mis amigas le decían ‘por favor, por favor, recórtalo”. Incluso su marido, el bueno de Chris Martin, también se ha sumado a la cruzada de la poda por el bien de su vida de alcoba. Semanas después Paltrow confirmaba todo lo desvelado por su amiga, añadiendo que si se depila a la cera, es porque Cameron la obliga. Que si no, aquello seguiría cual selva amazónica.

Bromas de famosas aparte, lo cierto es que los ginecólogos recuerdan que el vello vaginal está ahí para proteger la zona de roces e infecciones. Y el sentido común apela a pensárselo dos veces antes de exterminar para siempre ese vello. Suele haber consenso en retirar aquello que sobresale de la línea del biquini pero hay reparos en hacerlo en su totalidad. Estupendo, si es por propia decisión, por estética o para aumentar el placer genital al posibilitar una mayor fricción. Pero con reparos si se hace para agradar a la pareja, que ya se sabe que el amor es pasajero y luego vienen los arrepentimientos y el acudir de urgencia a un tricólogo para que implante vellos en la flor de nuestro secreto. Entre otras cosas, porque a muchos hombres, por mucho que consuman porno, en la vida real les da un poco de repelús una vagina integralmente depilada. Corre incluso la leyenda de que el mismísimo Helmut Newton llegó a pegar un falso Monte de Venus a una modelo que le llegó totalmente rasurada.
American Apparel maniquíes vello púbico
Los polémicos maniquíes de American Apparel en los escaparates de EE UU
Foto: Twitter
Otra que se une a esta guerra a la depilación púbica es la columnista Caitlin Moran. En su libro Cómo ser mujer (Anagrama) evoca los horrores de tal práctica. En la campaña de presentación del libro llegó a afirmar que uno de los mayores placeres de la edad adulta es espanzurrarse en una hamaca, perder la mirada en el cielo y peinarse con los dedos el Wookie (sí, la cosa peluda que ella asimila a Chewbacca, el colega velloso de Han Solo y los de su especie).
A las huestes defensoras de ese erótico triángulo capilar se suma la agencia de publicidadMother London y su Proyecto Bush (#projectbush, el del asunto púbico, no el otro): un llamamiento a que las mujeres dejen que la fotógrafa Alisa Connan inmortalice sus “matojos” en estado salvaje. El objetivo es mostrar a las generaciones más jóvenes que aquello es natural, que hay variedad y que no es necesario depilarlo sí o sí. En definitiva, plantarle cara a esa casi obligación moral o estética de recortar todo en aquella zona. Recortarlo, claro, si eres mujer.
Así las cosas queda la exaltación del arbusto de la entrepierna de American Apparel. Haciendo bueno aquel dicho de que “donde hay pelo, hay alegría”, acaba de plantar en los escaparates de su tienda neoyorquina de East Houston Street maniquíes en ropa interior con abundante matojo íntimo a la vista. Una estrategia que, sin duda, hace pararse en seco a los viandantes y que las cabezas pensantes de la marca pretenden que incentive las ventas de cara a San Valentín.

sábado, 11 de enero de 2014

¿Un lexatin? No, mejor váyase a sudar al parque

La prescripción de ejercicio físico en sustitución de algunos medicamentos gana adeptos en todas las especialidades médicas


Imagen de la XXXV Maratón de Madrid, celebrada en 2011. / C. MANUEL
En los periódicos salen muchas veces noticias que despiertan admiración, pero no extrañeza. Noticias de este cariz: un hombre de 102 años se prepara para batir su propio récord de la hora en bicicleta para centenarios. Hace dos años, un francés, llamado Robert Marchand, que ha combatido en dos guerras, ha sido bombero en París, ha trabajado de leñador en Canadá y después de jardinero hasta los 76 años, fue capaz de recorrer en un velódromo 24,251 kilómetros durante 60 minutos en bicicleta. Desde entonces, Marchand, que lleva una vida autónoma en soledad y hasta sigue conduciendo su coche, se ha sometido a un seguimiento científico por parte de fisiólogos franceses y a un riguroso plan de entrenamiento que le ha permitido, sorprendentemente, mejorar su forma física y su capacidad de rendimiento, pese a su envejecimiento. “Tiene un consumo de oxígeno de 35 mililitros por kilo y por minuto, que es el normal en una persona de 45 años”, explica, admirada, la fisióloga Véronique Billat. “Y hace tres meses tenía el consumo de oxígeno de un hombre de 55 años… En nada ha ganado 10 años”.

“Los pacientes aceptan cada vez mejor esta ‘terapia”, dice un médico
Para Billat no hay mejor ejemplo para mostrar los magníficos efectos que para la salud genera el ejercicio físico, y seguramente no la contradirán el tercio de personas centenarias que reconocen en cualquier estudio dedicado al asunto que en el ejercicio físico está el secreto de su longevidad. O tampoco le llevará la contraria Carmen, que se niega a decir su edad —“Vale, puede decir que más de 80”, admite— y que todas las mañanas, de ocho a nueve, recorre el Retiro, el parque central de Madrid, en bicicleta. “Ando en bici una hora al día, por lo menos”, dice. “Y los días que no lo hago me siento mal”.

Sustancias naturales y reparadoras

  • Contra enfermedades neurodegenerativas. El BDNF es una de las sustancias que fabrican los músculos durante el ejercicio y que tienen efectos positivos en el organismo. En este caso, el BDNF (brain-derived neurotrophic factor) aparece con ejercicio aeróbico moderado (por ejemplo, caminar a buen ritmo) y ejerce sobre el cerebro, ayudando a la plasticidad de las neuronas. Entre sus futuras aplicaciones médicas, todo según el investigador Alejandro de Lucía, estaría el complemento de tratamientos antidepresivos y la protección contra enfermedades neurodegenerativas. 
  • Atrofia muscular. La IL-4
    y la IL-13 (interleuquinas 4 y 13) llegan, por ejemplo, al levantar pesas, y podrían llegar a usarse en tratamientos contra enfermedades que cursan degeneración neuromuscular, como la distrofia de Duchenne.
  • Cáncer de colon. El complejo S100A8 - S100A9 (calprotectina) se fabrica al hacer ejercicio aeróbico extenuante como correr maratones, e inhibe el crecimiento de tumores. Se podría llegar a usar como terapia coadyuvante
    del cáncer de colon.
  • Antienvejecimiento. La visfativa (también conocida como NAMPT o PBEF) se produce al practicar ejercicio aeróbico y, aparte de actuar, como el resto de estas sustancias, sobre los propios músculos, lo hace sobre el tejido adiposo. Tiene potencial para ser utilizada en las terapias antienvejecimiento.
Carmen, como diría algún especialista, genera química buena con el ejercicio que contrarresta todos los elementos negativos —sedentarismo, contaminación, estrés...— que la vida en las grandes ciudades en el siglo XXI lleva consigo. Pero más allá de esta obviedad, no inferior a la obviedad primera —enfermamos cuando dejamos de hacer ejercicio, por eso el ejercicio físico nos ayuda a sanar— que da origen al movimiento, en los últimos años se ha desarrollado entre médicos de todo el mundo y de todo tipo de especialidades un consenso para considerar la práctica de ejercicio físico no como un consejo que se da a un enfermo, como se le aconseja no fumar o no beber en exceso, sino como una prescripción con el mismo valor terapéutico que el del medicamento que a veces le receta también. Todo parte de una nueva obviedad: somos química, producto de reacciones químicas en nuestras células, de un juego de proteínas, y el deporte, el sudor, produce también reacciones químicas, como cualquier medicamento. El ejercicio previene y cura.
Esto se cristaliza en algunos estudios con conclusiones que podrían llamarse de sentido común, como uno publicado en el International Journal of Sports Medicine y realizado con 11 personas, mujeres y hombres, entre 18 y 56 años, que hicieron el Camino de Santiago: 758 kilómetros en 30 días, a una media de 25 kilómetros al día y a un 56% de su frecuencia cardiaca máxima. A todos se les midió, antes y después, diferentes factores de riesgo de una enfermedad cardiovascular: proteína c-reactiva, colesterol, triglicéridos, presión arterial... Todos ellos perdieron peso (unos tres kilos de media), grasa, bajaron su presión arterial y mejoraron su capacidad cardiorrespiratoria. Y hay, en el otro extremo, estudios más sorprendentes, como uno anunciado recientemente en el congreso de Neuroscience en San Diego, que afirma que tres sesiones de ejercicio físico moderado durante el embarazo acelera el desarrollo neuronal y cerebral del recién nacido.

Ayuda a frenar
el desarrollo de enfermedades como el Alzhéimer
Pero más allá de los estudios, manda la experiencia diaria de decenas de médicos que prescriben ejercicio para afecciones que, en teoría, no tienen nada que ver con el sudor o el cansancio.
A Cristóbal Belda, oncólogo de Hospitales de Madrid, le llegan pocos pacientes cuyos síntomas no correspondan realmente a un cáncer. “Hay muchos filtros previos, pero aun así, de vez en cuando llega a mi consulta un paciente cuyos síntomas son más la somatización de una crisis de ansiedad o de angustia, sensaciones totalmente subjetivas, que manifestaciones de un tumor”, dice Belda. “Y a todos ellos les receto de entrada, antes de recetarles un lexatin, unas buenas dosis de ejercicio”.

En algunos hospitales de EE UU el enfermo hace diálisis y bici a la vez
A muchos de los pacientes que no necesitan consulta ni tratamiento oncológico, las urgencias de los hospitales los derivan casi directamente a un psiquiatra, unos especialistas que, cada vez más, como Belda, prescriben química en forma de sudor y no en cápsulas. “Cuando prescribo ejercicio, los pacientes se quedan a veces un poco parados, pues muchos piensan que siempre que se va a un médico hay que salir con varias recetas en la mano, como si al no recetarles nada no se diera importancia a sus males. Sin embargo, cada vez lo aceptan mejor, lo admiten perfectamente, sobre todo como terapia complementaria. De día sudor, de noche pastillas”, dice el psiquiatra Carlos Mur, director de hospital Psiquiátrico de Leganés. “Y lo hago convencido de su eficacia química, no solo, como se decía antes, para generarles a los pacientes una sensación subjetiva de bienestar. El ejercicio aeróbico, el running o el andar deprisa libera por un lado mioquinas, sustancias que influyen en los neurotransmisores y en las reacciones químicas que se desencadenan, por ejemplo, en casos de somatización por ansiedad, y por otro libera endorfinas, opiáceos endógenos con efectos relajantes y euforizantes. Generan la sensación de bienestar que todo el mundo siente al sudar. Activan los mismos receptores gabaérgicos que las benzodiacepinas, los ansiolíticos más comunes. El ejercicio ayuda a eliminar tensiones y somatizaciones en tejidos óseos y musculares, como la fibromialgia. Y libera adrenalina y testosterona, los principales ayudantes para generar situaciones de ansiedad, angustia y pánico. Hay que liberarse de la adrenalina”.

Somos química y
el sudor produce también reacciones químicas
Mikel Izquierdo, catedrático y director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, ha centrado su trabajo y sus investigaciones en la prescripción de ejercicio en la tercera edad. “Nuestro objetivo”, dice, “es mejorar la capacidad funcional de enfermos de diabetes, obesidad, prevenir caídas y roturas de cadera. Con la implantación de la prescripción obligatoria de ejercicio en lugar de medicamentos en muchos casos se ahorraría miles de millones de euros al sistema de salud. El músculo es un órgano endocrino que ponen en marcha reacciones moleculares y libera sustancias vasodilatadoras, relajantes, estimulantes… El ejercicio provoca relajación muscular posterior, aumento de la temperatura corporal, aumento de la liberación de catecolaminas como la adrenalina, dopamina y serotoninas, cambio en las ondas cerebrales e incremento del flujo sanguíneo y oxigenación del sistema nervioso central”.

El mejor predictor de la esperanza de vida es la capacidad de andar
Más que de los mecanismos por los que el ejercicio actúa como un medicamento, Izquierdo prefiere hablar de ejemplos prácticos, cuenta, por ejemplo, cómo el ejercicio físico ayuda a frenar el desarrollo delalzhéimer, pues el entrenamiento de fuerza sirve para mejorar la función cognitiva y cuenta cómo en ciertos hospitales de Estados Unidos los pacientes renales se someten a hemodiálisis mientras pedalean en bicicletas estáticas. “Es una forma de romper el bucle: los enfermos se fatigan mucho porque no se mueven y, como se fatigan, no se mueven. No les mata el riñón, sino la fatiga y la falta de movimiento”, dice Izquierdo, que ha coordinado el libro Ejercicio físico es salud, en el que se detalla la prescripción de ejercicio para tratar y prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva, osteoporosis, cáncer de colon, cáncer infantil, artritis reumatoide, fibrosis quística y depresión.

Un estudio con peregrinos a Santiago mostró mejoras en muchos parámetros
Izquierdo pone otro ejemplo clarificador: “Un nonagenario que hasta entonces llevaba una vida autónoma e independiente funcionalmente ingresa en un hospital con neumonía. Del centro sanitario sale, por ejemplo, 10 o 15 días más tarde con la neumonía curada, pero tantos días de cama le han dejado tan débil (si no te mueves el músculo desaparece) que no puede ni andar y sale en silla de ruedas. Su capacidad funcional ha desaparecido. Esa persona morirá pronto, y no por la neumonía, que ya está curada, sino por vivir débil en silla de ruedas. Mucha gente no lo sabe, pero el mejor predictor de esperanza de vida es la capacidad de andar. Midiendo la velocidad de marcha de los ancianos se puede predecir, casi con precisión de una semana, cuánto van a vivir”