viernes, 27 de septiembre de 2013

Nombre científico: Cannabis sativa L. 
Nombres vulgares: marihuana, mota, bhang, canapa (it.), cannabis (lat.), cañamo, chanvre (fr.), charas, conopli (ruso), dagga, ganja, hachis, hanf (alem.), hemp (ing.), kif, ta ma. 
Familia: Cannabáceas 
Hábitat: Zonas templado cálidas de Asia, India, América y África. 
Componentes: 
Cannabinoides: Delta 9 tetrahidrocannabinol, cannabinol, cannabinodiol, etc. 
Acidos: Linoleico, oleico e isolinoleico (semillas) 
Niacina (semillas) 
Orientina (planta) 
Minerales: Oxidos de fósforo, de magnesio, de calcio, de potasio y de azufre, calcio, hierro y fósforo (semillas) 
Partes activas: toda la planta (flores, tallos resinosos, hojas, semillas y secreciones de la planta). 

El CANNABIS posee ventajas terapéuticas que lo hacen único tratamiento donde han fallado otros medicamentos: 

a) Es la menos tóxica de las drogas disponibles 
b) Tiene un amplio margen de aplicación curativa 
c) Actúa de modo diferente a otras drogas 
d) Puede combinarse eficaz y seguramente con cualquier mediación 



USOS MEDICINALES


Glaucoma: La marihuana reduce la presión intraocular, aliviando el dolor y frenando el proceso degenerativo. El glaucoma supone una razón muy importante de ceguera. 

Cáncer: El cannabis alivia las náuseas, vómitos y pérdida de apetito provocados por el tratamiento con quimioterapia a los enfermos de cáncer. 

Sida: La marihuana ayuda a superar las náuseas, vómitos y pérdida de apetitos provocados por esta enfermedad y su tratamiento con AZT y otras sustancias. 

Dolor crónico: El cannabis ayuda a reducir dolores y molestias causadas por múltiples patologías. 

Epilepsia: La marihuana previene ataques epilépticos en algunos pacientes. 

Esclerosis múltiple: Estudios clínicos han probado las propiedades analgésicas de los derivados del cannabis. Entre las posibles indicaciones están el dolor neurológico de la esclerosis múltiple, el originado tras causar daño al plexo braquial, en la infección por VIH, la artritis reumatoidea, el cáncer, el dolor de cabeza, la dismenorrea, la inflamación crónica intestinal y las neuralgias. 

Anorexia: Se ha observado una estimulación del apetito como efecto del THC cuando se ha administrado en forma fraccionada una dosis total de 5 mg. al día. Cuando es necesario, la dosis diaria se puede incrementar hasta 20 mg. 

Epilepsia: El uso en la epilepsia es también otras de las indicaciones terapéuticas clásicas del cannabis, los experimentos con animales han evidenciado el efecto antiepiléptico de algunos cannabinoides, y la actividad anticonvulsionante de la fenitoína y del diacepam se ven potenciados con el THC. Según unos pocos casos recogidos a lo largo del siglo 20, mediante el uso del cannabis, algunos epilépticos han sido capaces de controlar totalmente los síntomas. El cannabis puede ocasionalmente precipitar convulsiones. 

Asma: Los experimentos sobre los efectos anti-asmáticos del THC o del cannabis datan principalmente de los setenta y son todos estudios rigurosos. Los efectos de un cigarro de cannabis (2% de THC) o de THC oral (15 mg) respectivamente, corresponden aproximadamente con el beneficio que se obtiene con la dosis terapéutica de un broncodilatador habitual (salbutamol, isoprenalina)(1,3). 

Artritis: Es la inflamación y gradual degeneración del cartílago y los huesos de las articulaciones. El tratamiento convencional se basa en opiáceos para calmar el dolor y productos antiinflamatorios para mejorar el movimiento de las articulaciones. El cannabis ayuda a disminuir o eliminar el dolor y a ganar movilidad, y No tiene los efectos secundarios y de dependencia como los opiáceos y fármacos… 

Ansiedad (y trastornos del sueño): El cannabis ayuda a reducir la tensión en los estados de ansiedad y favorece la relajación de todo el organismo. De todos modos, el cáñamo incrementa el ritmo cardíaco, por lo que los pacientes que sufran de taquicardias u otros problemas cardiovasculares deben tomarlo con mucha precaución y siempre tras consultar con un médico. 

Alzheimer: Una investigación, llevada a cabo con un derivado sintético, el dronabinol, con sujetos enfermos de Alzheimer que rehusaban comer reveló datos sorprendentes. El peso corporal de los sujetos que participaron en el estudio se incrementó y disminuyó la severidad de los trastornos de conducta. Los efectos secundarios incluyeron euforia, somnolencia y cansancio. Está por estudiar el papel del cannabis como neurogenerador en el caso de enfermedades que provocan la degeneración de las neuronas, como el Alzheimer. Uno de los componentes del cannabis podría tener la posibilidad de regenerar las neuronas (únicas células del organismo que no se regeneran por sí solas). En la actualidad, no se conoce ninguna sustancia que cumpla tal función en los seres humanos. 

Depresión: Aunque hay una gran variedad de síntomas, estos trastornos psíquicos llevan a los pacientes a perder interés ante todo lo que le rodea o caer en una ansiedad que dificulta la vida normal, la concentración o la toma de decisiones. Los síntomas principales son pérdida de apetito e insomnio, dolor de espalda y de cabeza, indisposición estomacal, estreñimiento y fatiga crónica. Los tratamientos normales son los fármacos antidepresivos, que entre otros efectos secundarios, pueden producir aumento de peso, estreñimiento, dificultad urinaria, etc. Otro que se emplea mucho es el carbonato de litio, que ha sido descrito como “una camisa de fuerza emocional” y que la mayoría de los pacientes termina abandonando. Ya en 1845 el francés Jaques-Joseph Moreau de Tours proponía el uso del cánnabis para esta y otras enfermedades mentales crónicas. El cannabis calma la ansiedad y ayuda a que los enfermos piensen con claridad, se concentren y puedan disfrutar de la vida. 

Dermatitis atópica (Prurito): Esta enfermedad de origen probablemente alérgico provoca una gran picazón (prurito) e inflama varias zonas de la piel (cara cuello, piernas, etc.). Rascarse puede provocar infecciones que deben ser combatidas con antibióticos. Las medicina emplea corticoides y pomadas. Los esteroides vienen bien, pero dado sus peligrosos efectos si se usa a largo plazo, se reserva para las crisis más agudas. El cannabis disminuye la picazón y el dolor disminuye. Su uso continuado ayuda a regenerar y a proteger la piel. El enfermo debería combinar entre su uso fumado o ingerido con el de algún ungüento que calme de manera local determinados momentos dolorosos. 

Dolores de espalda: El consumo de cannabis, así como las friegas con alcohol de cáñamo en las zonas más dolorosas alivia eficazmente los dolores de espalda (lumbares, cervicales, etc.), ya sean agudos o crónicos. 

Glaucoma Ocular: Es una presión en el globo ocular causada por una obturación en los conductos por los que sale el humor acuoso, el fluido que usa el cuerpo para lubricar y mantener los ojos en buen estado. Al quedar éste retenido, presiona dentro del globo, con unos resultados que van desde el daño en el ojo a largo plazo hasta la ceguera (el 15% de los casos de ceguera son provocados por un glaucoma). Para desbloquear el ojo, la medicina recurre a los productos químicos (con perniciosos efectos secundarios que pueden dañar el hígado o los pulmones) o a las intervenciones quirúrgicas. El cannabis no desbloquea el ojo, sino que actúa de forma distinta. Constriñe los nervios para que el ojo segregue menos líquido y el líquido acumulado se redistribuye y absorbe. Además, dilata las mucosas que permiten el drenaje natural del ojo, favoreciendo así la circulación del humor aquoso. 

Infecciones de la piel y quemaduras: La administración, por vía tópica, mediante lociones y pomadas de cannabis, de infecciones como las que se sufren en los oídos, eliminó dichos males. Además, se ha demostrado, que la aplicación tópica sobre quemaduras de segundo grado alivia el dolor e impidió las infecciones. Este campo de investigación es muy importante, en una época en la que muchas bacterias se han hecho inmunes a los antibióticos. 

Insomnio: El cannabis se usa desde siempre como droga hipnótica (inductora del sueño). Más que el THC, es otra sustancia, el canabidiol, la responsable de este efecto. Como todos los consumidores por motivos lúdicos saben, el cáñamo facilita un sueño profundo y reponedor. Los hipnóticos que ofrece la industria farmacéutica desarrollan tolerancia, con ellos cabe la posibilidad de una sobredosis mortal, provocan efectos secundarios y algunos son incluso adictivos. 

Menstruación y dolores del parto: El cannabis se conoce desde antiguo por sus propiedades para los dolores musculares que provoca la menstruación. La reina Victoria de Inglaterra, allá por el siglo XIX, consumía cáñamo para combatir los dolores de sus reglas, siendo una de las usuarias más famosas que se conocen en la Historia. Además ayuda con las nauseas que se sienten durante el embarazo (que en algunos casos extremos pueden llegar a ser un problema muy serio) y con los dolores del parto, dado su carácter analgésico y relajante. 

Migraña: Alteración nerviosa repentina que provoca fuertes dolores de cabeza y alteraciones en el sentido de la vista que pueden provocar alucinaciones. Tradicionalmente, se utilizaban opiáceos para el tratamiento de estas dolencias, con el problema de la incapacidad para hacer una vida normal, algo que sí se tiene con dosis medicinales de marihuana. El cannabis funciona aliviando la enfermedad al estimular la producción de serotonina, que detiene el proceso nervioso que desencadena la migraña. Los pacientes suelen fumarla para dejar de consumir en cuanto notan que el dolor desaparece. Algunos autores sostienen que para combatir la migraña las hojas funcionan mejor que las flores o los cogollos. Los medicamentos químicos más modernos siguen las líneas de actuación del cáñamo y se centran en estimular la producción de serotonina. 

Paraplejia y tetraplejia: Cuando se produce una lesión en la columna vertebral, el movimiento de las extremidades se ve afectado. Si la parálisis afecta a las piernas se llama paraplegía, si la lesión afecta a los brazos y el cuello es una tetraplegía. Estas afecciones no anulan el movimiento de las extremidades por completo, sino sólo su acción voluntaria. Los músculos se activan sin permiso de su dueño en la forma de espasmos dolorosos. El cannabis desentumece los músculos y alivia el dolor de los espasmos. Los medicamentos que se administran para el tratamiento suelen tener fuertes efectos secundarios e incluso producir infecciones. 

Síndromes de abstinencia: El uso del cannabis para combatir dependencias se conoce desde hace siglos. En la actualidad se ha demostrado su utilidad para aliviar los efectos del síndrome de abstinencia a los adictos a drogas como el alcohol, los opiáceos o las benzodiapecinas. 

Síndromes varios: Determinados males (Tinnitus, síndrome de la fatiga crónica, síndrome del miembro fantasma, etc.) pueden verse aliviados gracias al uso de cannabis rico en THC. 

Reumatismo: Tipo de artritis producida por un mal funcionamiento del sistema inmunitario, que ataca al tejido conjuntivo del organismo. Funciona el mismo tratamiento que con la artritis y con el cáñamo los enfermos ganan movilidad y disminuyen o eliminan el dolor. 

 



Recetas


 

Los métodos de consumo de cannabis varían: 

Se obtiene el aceite del fruto que tiene propiedades de hacer que se les retire la secreción láctea a las nodrizas después de calentarlo ligeramente, se aplica sobre los pechos en lociones abundantes, renovados dos a tres días, recubriéndolos con algodón después de cada loción. 

La emulsión preparada mezclando medio litro de agua hervida con treinta gramos de simientes de cáñamo molidas, tomándose un vaso cada día es muy eficiente en gonorrea y afecciones renales en general. 

Las hojas sirven para preparar un infusión recomendada para el Herpes y el reumatismo crónico; aumenta todas las secreciones y de modo especial la orina y el sudor. 

Las hojas machacadas constituyen un excelente cataplasma madurativo para los abscesos y forúnculos. 

La semilla se emplea para calambres, tétano, tristeza, cólicos, constipación, endurecimiento del hígado, males del estomago, en casos de impotencia, esterilidad, aborto, gonorrea, asma, tuberculosis pulmonar. Se toman de una a dos gotas del extracto que se saca de los vástagos florecidos, tallos y hojas. 

La corteza de la raíz provista de un sabor áspero, debido principalmente a la presencia del tanino, se emplea fresca, en cocimiento, a razón de treinta gramos en un litro de agua, o seca a razón de quince gramos, para cortar los accesos de fiebre en los palúdicos. 

La raíz es purgante. 

Machacando la semilla y echando sobre ella agua caliente, se forma una bebida agradable que quita la sed. Se debe usar con precaución por ser algo cálida. 

"La bebida de cáñamo", usada moderadamente, es un buen remedio para la tuberculosis, el reuma y contra el herpes. 
Esta bebida se prepara con los extremos floridos del cañamo con un toque de alcohol. 

El cáñamo común es un buen calmante hipnótico, antiespasmódico. En dosis medicinal, podría sustituir al opio, con la ventaja de que no produce los efectos dañinos de éste. Para ello, se toman 25 gr de hojas en 1 litro de agua en infusión; o bien en forma de tintura, cuya fórmula es: 
- Extremos floridos 20 gr 
- Alcohol de 90° 100 gr 
Se macera durante 15 días y se filtra a través de papel. Dosis: de 10 a 20 gotas durante las 24 horas, contra los dolores cancerosos o en los espasmos de la tos convulsiva. Su acción calmante es también excelente en los accesos causados por las úlceras estomacales, neuralgias, cefalalgias y ataques de reumatismo. 

 



Estudios sobre su uso medicinal.


Según el informe del National Institute of Health (NIH) de los Estados Unidos, fumar marihuana permitiría disminuir la elevada presión del líquido del ojo que se produce en quienes padecen glaucoma. Este vegetal también ha demostrado ser capaz de disipar cierto dolor resistente a los analgésicos convencionales, característicos de aquellos que padecen esclerosis múltiple, al igual que las náuseas experimentadas por las personas que son sometidos a agresivas sesiones de quimioterapia. 

Por último, los reportes del NIH y de la British Medical Association sugieren que la conocida característica de la marihuana de despertar el apetito, podría ayudar a los enfermos de SIDA que sufren una gran pérdida de peso, al colaborar en la difícil tarea de recuperar la masa muscular perdida. 

Para cumplir con los tratamientos arriba mencionados, en los Estados Unidos está a la venta el Marinol, un medicamento que contiene una versión sintética del principal principio activo de la Cannabis sativa: el THC (delta-9-tetrahidrocanabinol). 

Sin embargo, distintos trabajos científicos han revelado que -tanto en los pacientes con SIDA como en aquellos que se someten a quimioterapia- fumar marihuana hace efecto más rápidamente y permite al usuario determinar la dosis más adecuada de acuerdo con sus necesidades, que la versión sintética del THC, pues ésta tarda aproximadamente tres cuartos de hora y equivale a fumar cantidades excesivas de Cannabis sativa. 

Según los investigadores, esto se debería a la presencia de otras sustancias (aún no investigadas), que conviven en la planta con el THC, al facilitar y agilizar su poder curativo. 

"La planta de la Marihuana contiene más de 460 componentes activos, de los cuales más de 60 tienen la estructura carbono-21 típica de los canabinoides", comentan al respecto los doctores Lester Grinspoon y James Bakalar, profesor adjunto de Psiquiatría y profesor de Derecho de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, respectivamente, ambos autores del libro "Marihuana, la medicina prohibida" (Ed. Paidós). 

Con respecto a la cualidad de la Cannabis de estimular el apetito, una peculiaridad de utilidad en pacientes con SIDA o bajo tratamiento oncológico, es cierto, reconocen expertos. En estos pacientes, el fumar Cannabis mejora el estado anímico (tiene un efecto antidepresivo) y por ende, los pacientes tienen más ganas de comer. Lo que sucede es que debe hacerse bajo estricto control médico. 

Fuente. 



OTROS DATOS


Su uso estuvo anteriormente más difundido como planta de fibra para elaborar cuerdas y telas. Al tratarse de una fibra muy resistente, se utilizó incluso como papel moneda para la fabricación de billetes. Para demostrar su resistencia, basta decir que la Constitución Americana se imprimió sobre papel de cáñamo. 

- Como alimento para el ganado. La paja del cáñamo se puede utilizar para alimentar los caballos. 

- Las semillas se venden como alimento para los pájaros. 

- La industria del automóvil utiliza el cáñamo para la fabricación de parachoques. 

- La fibra del cannabis es ligera, duradera y muy resistente al ataque de insectos fitófagos, como las termitas. Esto se aprovecha para la construcción de paneles de impermeabilización para las viviendas. Ya anteriormente se utilizó la fibra del cáñamo en la impermeabilización del casco de madera de las embarcaciones. 
Se ha comprobado que las casas aisladas con este tipo de paneles, son casas mas sostenibles y no necesitan gastar tanta energía para calentarse o refrescarse. Alemania es pionera en la utilización del cáñamo en la industria de la construcción . 






domingo, 15 de septiembre de 2013

Cocina Cruda

ALIMENTACIÓN

Se propone un tipo de cocina que pretende unir la experiencia de disfrutar con la comida con el cuidado de la salud, entendida en su más amplio concepto, tal como ha manifestado la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su definición:

Por salud no entendemos solo la ausencia de enfermedad, sino el pleno estado de bienestar físico, psíquico, social y espiritual, que permita al individuo realizarse de manera socialmente activa y económicamente productiva”.

Podríamos decir que la salud es mucho más que no sufrir enfermedad alguna. Incluye, entre otros, aspectos como: Sentirse bien. Disfrutar de claridad mental. Tener buen humor. Buena gestión de las emociones. Mostrar buen aspecto. Gran nivel de energía. Resistencia al cansancio. Sin enfermedades.

La cocina vital, o viva, se basa en alimentos crudos, se apoya en técnicas que potencian sus propiedades, y ofrece alimentos saludables, llenos de vida, con exquisitos sabores, sorprendentes texturas y placer para los sentidos.

Es una opción escogida por atletas de élite y famosos artistas, para mantener su forma física y belleza corporal, ya que la manifestación de salud y belleza se procuran a partir del interior del cuerpo.

Para comprender como proteger la salud, hay que tener en cuenta que la vida empezó en el mar. Las primeras bacterias tuvieron que asociarse (simbiosis), para sobrevivir bajo las cambiantes condiciones ambientales, formando las células. Y, éstas, siguiendo el mismo modelo asociativo, formaron nuevas especies, cada vez más complejas, hasta llegar a los humanos.

Al principio de nuestra evolución, el agua del mar, ligeramente alcalina, tenía una salinidad de sólo unos 9 gr. de sales por litro. Hoy, es la que se mantiene en el medio interno de nuestro cuerpo, donde habitan las células que forman nuestros órganos y sistemas corporales. Si por los hábitos de vida, una persona altera la alcalinidad del “mar interior” o medio interno y lo acidifica, las células sufren ahogo de nutrientes, y se debilitan progresivamente hasta que aparece la enfermedad y, seguidamente, se manifiesta el síntoma correspondiente.

Los alimentos vegetales mantienen el medio interno ligeramente alcalino y contienen los nutrientes necesarios, en las proporciones justas para ser digeridos fácilmente y, por tanto, generar mínimos residuos. Su eficiencia se truncaría al cocerlos o tratarlos por encima de los 40ºC, ya que, a partir de esta temperatura se destruyen las enzimas; imprescindibles para desencadenar el proceso de asimilación. Éstas actúan como catalizadoras del catabolismo (desmontaje de las moléculas del alimento) para que el cuerpo pueda disponer de las “piezas” básicas para montar las moléculas que necesita su regeneración (anabolismo). Si las enzimas faltan, el organismo tiene que generar un sobre-esfuerzo para procesar el alimento, y se producen numerosos residuos acidificantes tóxicos a eliminar. Que en muchas ocasiones quedan depositados en los tejidos, con las consecuencias patológicas que en cada caso puedan manifestarse por acumulación.

Por esta razón los alimentos crudos mejoran nuestra energía, vitalidad y bienestar. También colaboran en la estabilización de nuestro peso corporal y en retrasar el envejecimiento. Incluso contribuyen a prevenir y remitir las enfermedades degenerativas, de tan triste actualidad